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Mostrando entradas de octubre, 2008

Un pensamiento de Pablo Neruda

Buenos días, amigos, saludos desde este fresco despacho. Hoy no sé de qué hablar, y Proverbia.net no me ayuda con su envío diario, sobre la televisión, algo tan anodino, tan poco interesante, tan inconsistente. Así que acudo a la genial Agenda San Pablo 2008, bendito sea su autor por los siglos, que me facilita un consejo sobre el pecado el día 24 de octubre y una poética reflexión el día 25. Esta es, pues, la frase, una vez desestimada la del santo padre Claret: «Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida» (Pablo Neruda). Si yo amo a alguien, cabe la posibilidad de que ese alguien, esa alguien, si preferís, me ame, pero también la contraria, es decir, que no me ame; cabe incluso que no sepa de mi amor, o que el desconocimiento sea recíproco, es decir, que tampoco yo sepa del amor de ese o esa alguien. ¡Qué lío! No. Es sencillo. Si yo no manifiesto mi amor, si no manifestamos nuestro amor, este amor no será conocido ni transmitido, y no habrá fuego que alimente

Un pensamiento de Guy de Maupassant

Buenos días. Esta mañana me he levantado sensiblón, a juzgar por la cancioncita que, de improviso, me ha venido a la mente y ha asaltado mis labios: «Te amaré, te amaré como no está permitido; te amaré, te amaré como nunca se ha sabido; porque así lo he decidido, te amaré» (Miguel Bosé). ¡Puagh!, pensaréis algunos. C’est la vie! Hoy voy a incluir dos pensamientos. ¿Por qué? Para extenderme, jaja. No, veréis. El primero no lo voy a comentar, es simplemente un pensamiento que encontré ayer en el maravilloso libro que estoy preparando ahora mismo (no escribiendo, ¿eh?), y que quiero dedicárselo a una amiga mía, porque le viene como anillo al dedo o cucharadita de caviar al canapé: «Los niños que tienen la posibilidad de convivir con sus abuelos tienen una riqueza personal que no tienen los demás» (Alejandra Vallejo-Nágera). El segundo pensamiento es el que voy a comentar, espero que brevemente, y tiene que ver con la Soledad, en mayúsculas, con el estado personal, anímico, moral y espirit

¡Ya está aquí!

Bueno, pues ya está aquí, ya ha llegado el hijo esperado. Para quienes no conozcáis la historia, hago un breve resumen: hace ya bastante tiempo, Nacho, un compañero de trabajo, me comentó la posibilidad de que yo preparara una serie de materiales didácticos para un proyecto educativo sobre la paz basado en una canción y su correspondiente vídeoclip. La canción se titula Desaprender la guerra, y su autor es Luis Guitarra, cantautor que tiene ya varios discos publicados cuya distribución contribuye a la financiación de una ONG: Como Tú, Como Yo. El vídeoclip es de David de la Morena. Cuando acepté la propuesta, me puse en contacto con Luis Guitarra, en el que he encontrado no sólo un apoyo constante, multitud de sugerencias interesantes y un ilimitado y sincero agradecimiento, sino, además, un voto de amistad basado en que, por encima de que ambos tenemos diferentes sensibilidades, estábamos embarcados en un proyecto común con un único objetivo: la educación en el valor de la Paz, con m

Un pensamiento de David Lloyd George

Esta mañana venía pensando en proponer directamente la frase que hoy me enviara Proverbia.net. Pero me ha parecido demasiado fácil reflexionar sobre la amistad verdadera con mis amigos verdaderos. Un poco recurrente. Así que acudo al archivo para darle vueltas a la cabeza: «La libertad no es simplemente un privilegio que se otorga; es un hábito que ha de adquirirse» (David Lloyd George). David Lloyd George (1863-1945), político británico, fue primer ministro de 1916 a 1922. Y habla de libertad quizá porque es político, y la considera un hábito quizá porque vivió en otra época, en la que uno se gobernaba con responsabilidad y autocontrol, y mirando alrededor, es decir, teniendo en cuenta al prójimo. Dicho esto, yo quiero hacer un par de breves reflexiones al hilo de la frase. Paa empezar, considero que la libertad es algo intrínseco al ser humano, algo que puede verse menguado por infinidad de circunstancias: por nosotros mismos, por el ambiente, por el espacio físico en el que uno se d