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Mostrando entradas de enero, 2010

Un pensamiento de Edward George Bulwer-Lytton

Hola, corazones. Escribo tarde hoy porque estoy inmerso en un experimento científico. La primera fase de la investigación ha concluido hoy, y su conclusión es la siguiente: «Si por la noche no pones el despertador, este, por mucho que lo desees, no sonará por la mañana a la hora establecida». Comienzo ya con la segunda fase, que consiste en investigar las causas que propician que no ponga el despertador. ¿El cansancio acumulado, fruto de trabajar mucho, dormir poco y correr (andar rápido) por las calles de Madrid? ¿La edad, y su consiguiente pérdida de memoria, acelerada, quizá, por alguna incipiente enfermedad neurológica? ¿Un desplome en el IIIT (í i i te: índice de interés por ir a trabajar), que después de 16 años ha sufrido una vertiginosa caída de varios enteros (del 2 al -1, aproximadamente, en una escala del-10.000 al 10.000)? Cuando tenga conclusiones, si aún recuerdo qué era lo que estaba investigando, os lo contaré. Por cierto, ¿quiénes sois? Con este problema que tengo de d

Un pensamiento de Victor Hugo

Hola, corazones. La frase-cita que propongo hoy me sobrevino ayer a través del correo electrónico, en el envío diario de Proverbia.net , ese surtidor de frases y pensamientos. Y digo me sobrevino porque, a pesar de saber y esperar la llegada del envío, la frase que contenía me cayó como la tercera acepción RAE del verbo: me vino a la sazón, o como anillo al dedo, pues era lo que estaba necesitando esta extraña semana. Sin embargo, el cansancio (por dos veces he tenido problemas con el despertador, yo, que suelo estar esperando a que suene para ponerme en marcha) y el exceso de trabajo lector (¡y qué cosas más raras estoy leyendo, «oyes»!) me tienen un tanto aturdido, así que no sé qué extraño razonamiento (mejor, irracionalidad) saldrá del baile de mis deditos sobre el teclado. «No olvidemos jamás que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor» (Victor Hugo). Afirma el padre de Quasimodo que lo bueno no se alcanza nunca sino por medio de lo mejor. (Por cierto: este es de

Un pensamiento de Milan Kundera

Hola, corazones. Dijimos que el año iba a traer cambios a nuestras vidas –el consabido propósito de renovación de compromisos, como dejar de fumar (hace unos catorce años que no lo hago), comer de manera más saludable (lo intento, y en el bar restaurante El Álamo me ayudan bastante a conseguirlo, con unos menús estupendos y equilibrados a un precio muy competitivo), hacer algo de ejercicio (¿sudar por sudar? ¡amos, anda!), rezar más, ser menos pedante, rebajar mi mal humor, etc.–, y yo he empezado a poner en práctica esta renovación, pero con algo mucho más sencillo. Desde ayer soy persona enganchada a la red de Internet vía ADeEseEle desde mi hogar, y contactable por teléfono. Poco a poco iré intentando cumplir otros compromisos, pero me temo que lo del ejercicio y lo del mal humor van para largo. De mal humor, por cierto, me pone la gente que va por la vida destacando sólo el lado despreciable e insoportable de las cosas, de la vida, de las personas. Y cuando he encontrado la frase-

Un pensamiento de Voltaire

Hola, corazones, feliz año a todos. Haciendo limpieza en la bandeja de entrada de mi correo, mientras copiaba a mi archivo personal todos los envíos interesantes de Proverbia.net , encontré una frase-cita de un tal Voltaire que me pareció adecuada para comenzar el año, si comenzar el año supone también comenzar una nueva etapa en este mi envío semanal de despropósitos. Propongo, pues, una reflexión sobre la propia naturaleza de este espacio, una vuelta al ombligo para luego volver a mirar hacia delante y caminar con el paso renovado. O no. Veamos: «Una colección de pensamientos debe ser una farmacia donde se encuentra remedio a todos los males» (Voltaire). Si hemos de hacer caso a este señor que le da la vuelta al aire (ah, ¿no es eso lo que significa Voltaire , o volt aire , así, leído a la francesa?), lo que semana tras semana he ido acumulando en mi ordenador, en muchas bandejas de correo y desde hace ya algún tiempo en el blog no es más que una botica anímico-espiritual. Vamos, qu