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Mostrando entradas de enero, 2015

Sobre el buen humor en el cielo (con un pensamiento de Wallace Stevens)

¡Madre mía! Te puede cambiar la vida en medio minuto, qué digo en medio minuto, en una milésima de segundo, y quedarte de repente sin saber de dónde te viene el aire. Yo tenía previsto hablar del escándalo, de la actitud o el comportamiento escandaloso, de esa manera de hacer las cosas que puede ofender y ofende, que puede deseducar y deseduca, que puede tumbar y a veces tumba las más firmes convicciones. «Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños…, sería preferible... que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al mar». Tela. La de ocasiones en que me he librado de semejante castigo no por no escandalizar, sino porque nadie se ha atrevido a aplicarme ese castigo… Pero voy a aparcar el tema del escándalo, porque la actualidad, una actualidad cercana y privada, me ha cambiado la vida. A  través del guachap, esa denostada herramienta, y en un mensaje de grupo, de esos grupos que yo mismo a veces ataco con mi habitual desmesura, me ha llegado el sig

Un pensamiento de Gilbert Keith Chesterton

Madre mía, qué rápido corre el tiempo, qué prisa se dan el reloj y el calendario. Si hace nada escribía yo mi último “pensa”, o eso creía yo, y es del 5 de diciembre, ¡hace ya más de un mes! La de cosas que han pasado desde entonces: ha habido noticias buenas, o al menos aparentemente clasificables como tales, ha habido noticias trágicas, se han alternado los días de vacaciones con los de trabajo, he cumplido un año más de vida (de acumulación de experiencias, como me gusta decir), incluso ha nacido nada menos que Dios Nuestro Señor.  En Navidad siempre me gusta recordar y destacar una frase del pregón, que dice que Jesús nace, “estando el universo en paz”. No estuvo el universo en paz el pasado miércoles, cuando los terroristas asesinaron a doce personas en un ataque contra un semanario satírico. Brutal. Salvaje. No hay palabras. Se ve en las imágenes que son personas sin alma y con sangre fría que rematan moribundos en el suelo de un tiro en la cabeza. De esos ha habido mucho