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Mostrando entradas de abril, 2010

Un pensamiento de Félix María de Samaniego

Hola, corazones. Salgo de casa tan pronto que aún la ciudad está comenzando a desperezar. Es un gran tópico, pero es verdad: caminas por las calles y las pisadas tienen todavía el eco de los pasos nocturnos, dispersos en la oscuridad; suena a lo lejos algún que otro despertador, con su insistente pipipipí, que no parece despertar a la primera a su destinatario; una furgoneta de reparto atraviesa rápida la calle, ahora que no hay tráfico, para repartir su carga (no me he dado cuenta bien de si era furgón de prensa o el panadero que va llevando churros y porras a los bares); en los bares las luces asoman a la calle, ayudando al aroma a café y zumo y al tintinear de platos y tazas a que los transeúntes, aún escasos, entren a hacer su primera consumición del día; tres jóvenes universitarios con latas de cerveza en la mano (por su estado, más bien se diría que son tres latas de cerveza gigantes con aspecto de jóvenes universitarios) dudan si despedirse en el portal o subir a tomar la «penúl

Mal amor

Esto no es precisamente nuevo, pero creo que ya va siendo hora de colgarlo en el blog. Dos de los poemas, «Rojo pasión» y «Masturbación», se publicaron en el libro El aspersor. Suministro de ideas de Música es tres , que se presentó el 24 de junio de 2004 en Lavapiés; previamente habían sido emitidos con mi voz en enero de ese mismo año, en el espacio radiofónico de igual nombre, en Radio 3/RNE. Obviamente, lo que sigue fue escrito antes de esa fecha, concretamente en 2003 (total, hace nada, vamos). *** TRISTEZA Atraviesa mi frente un nubarrón gris y opaco, cargado de agua, amenazando llorar sobre mis ojos. Traspasa mi oído el rasgar desafinado de las cuerdas de un cello, atronador estruendo en mi vacío. ¿Invades mi tristeza para hacerla dolor de puro triste? VÉRTIGO Me has abierto al vacío asomado a la boca de mi estómago, abismo infinito. ROJO PASIÓN Dices que un cilicio aprisiona mi mente. Pero son las espinas de mis rosas lo que ves. Y la sangre que brota es quien tiñe los pétalos.

Un pensamiento/verso de Lope de Vega

Hola, corazones. Hoy es un día grande. Nadie me va a regalar ni libros ni rosas, y no es que nadie me quiera, sino que esta bonita costumbre no es demasiado practicada en mi entorno, aunque conozco gente que sí lo hace. En cualquier caso, todo homenaje, toda promoción, todo empuje a favor del libro me parece no bien, sino fantástico, maravilloso, genial. Siempre felicito a la gente que compra el periódico en el kiosco porque los periodistas también comemos. Mucho más felicitaré a quienes compran, leen, regalan o recomiendan libros, porque los editores, los autores, los ilustradores, los maquetadores, los correctores, los impresores, los montadores, etc., también comemos. Lógicamente, hoy va de libros. Feliz día del libro a todos. ¡Y quiero mi libro y mi rosa, jopetas! «Es cualquier libro discreto (que si cansa, de hablar deja) un amigo que aconseja y que reprende en secreto» (Lope de Vega). Todos tenemos uno o varios libros de los que podemos afirmar, con don Félix , que son o han sido

Milmort

Milmort I. Crónicas de Mort es la primera entrega de una novela en dos partes del escritor Santiago García-Clairac . Ayer, 21 de abril, se presentó el libro en la FNAC de Callao. Poco a poco, la editorial San Pablo va abriéndose camino en lugares y medios antes nunca hollados: primero fue la SGAE, ahora la FNAC; hace no mucho salimos en la versión on-line del Hola, y ayer mismo hablaron de otro libro de San Pablo (¡y citando la editorial!) en la Cadena SER. Pido perdón por el inciso de orgullo corporativo y vuelvo a empezar: Milmort I. Crónicas de Mort , la primera entrega de una novela en dos partes del escritor Santiago García-Clairac , se presentó ayer, 21 de abril, con la presencia en la mesa de mi jefe, Pedro Miguel García , de la actriz Cristina Alcázar , del jovencísimo escritor Javier Ruescas (tiene ¡23 años!; me pregunto cuántos años tenía yo cuando publiqué el único poema que he publicado y prefiero cerrar los ojos y no contestarme a la pregunta) y de Sara Moreno , que es l

Un pensamiento de José María Cabodevilla

Hola, corazones. Todas las mañanas leo en el periódico mi horóscopo, no tanto por creencia o superstición como por curiosidad. Algún día (pocos) me sorprende con alguna afirmación contundente, como la de hoy: «Posibles problemas provocados por algún artefacto casero. Tendrá que plantearse la necesidad de cambios y si merece la pena continuar». Inmediatamente he pensado: «¡Dios mío, la lavadora!, como se me estropee, aviado estoy». Y en esas estaba cuando he llegado a la oficina, he apretado el botón de encendido del ordenador y mi vida ha comenzado a sufrir uno tras otro innumerables cambios: han desaparecido todos los iconos de mi escritorio, incluida la foto que preside mi pantalla, un bellísimo retrato de santa Audrey Hepburn en Historia de una monja, que ha sido infamemente sustituida por un vomitivo paisaje repleto de hierba verde salpicada de florecitas amarillas, con un aplastantemente cursi cielo azul repleto de insolentes nubecitas blancas. Los accesos a los programas han ca

Un pensamiento de August von Kotzebue

Hola, corazones. Tras dos semanas incompletas y una (esta que laboralmente concluye hoy) extenuante, ando como entre nubes de sueño y sólo los mensajes de mi espalda, que me recuerdan invariablemente la cada vez más imperiosa necesidad de acudir a un fisioterapeuta, me mantienen en la verticalidad o, mejor, e pie. Escojo hoy una frase rara, pero no estoy de humor para disquisiciones normales o raciocinios evidentes por lógicos. Es de un dramaturgo alemán ( August von Kotzebue ) de quien no sabía absolutamente nada hasta que he buscado en los últimos envíos de Proverbia.net una frase-cita que me guiñara el ojo para traerla a este estrado. «Cada persona forja su propia grandeza. Los enanos permanecerán enanos aunque se suban a los Alpes» (August von Kotzebue). Comencemos con la frase-cita como si estuviéramos leyendo el periódico: primero, la programación de televisión (es decir, el final), luego, los chistes y viñetas (en periódicos de diseño clásico, más bien al principio), luego, los