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Mostrando entradas de mayo, 2013

Un pensamiento de Mª Ángeles López Romero y otro de Chesterfield

Carissimi   Estoy en un momento del año en el que todo (o casi) se centra en los libros: el comienzo de la Feria del Libro , evento que me devora porque me encanta o me entusiasma porque me embarga, ha supuesto ya para mí muchas horas de trabajo, de dedicación, de pensar e imaginar, de tratar de desarrollar (siempre en equipo, claro) productos y técnicas que nos permitan dar a conocer al público nuestros libros (los de mi editorial). Por otra parte, la primavera es, al menos para nosotros, tiempo de mayor actividad, no tanto en producción, que también, como en promoción y organización de eventos. Esta misma semana hemos presentado, en la FNAC , una de nuestras últimas novedades, de la que luego hablaré. Por otro lado, esta actividad « librera » (ferias, presentaciones, etc.) me recuerda que tengo un libro a medias (por escribir, por leer tengo varios) que no sé cuándo voy a lograr terminar. Se necesita tiempo y serenidad para sentarse delante del ordenador y enfrentarse no al

Un pensamiento de Leonardo Da Vinci

Carissimi   He comprado flores esta semana, y las he puesto en mi casa. A pesar de que casi nunca estoy en ella, apenas para dormir y poco más; a pesar de que la luz no penetra a raudales por la ventana, sino que es más bien huidiza y no muy generosa; a pesar de que el escaso espacio y la abundancia de muebles ya me obligan siempre a caminar de costado y las flores obstaculizan casi más mis movimientos, a pesar de todo ello, he comprado flores esta semana y las he puesto en mi casa.   Flores moradas y amarillas. Alstroemerias de un morado intenso, casi como si fueran Iris, en un color que nunca había visto en esa flor, muy variada en la pigmentación de sus pétalos pero más proclive a los tonos rosados, blancos, rojizos, anaranjados o amarillos. Combinadas con unas cuantas varas de Solidago de puntilloso (o puntillista) amarillo, en un jarrón alto y estrecho. Juntas han dado, están dando, color, luminosidad, vida, alegría a mi casa. Llevo toda la semana sonriendo cuando entr

Un pensamiento de Julio Cortázar

Carissimi   Oigo y leo cosas en ocasiones que provocan en mi cuerpo un encadenamiento de reacciones a cual más extraña y negativa. Primero se me abren los ojos, exageradamente, mientras los hombros tienden a subir y encogerse ligeramente y la mandíbula desciende hasta dejar mi boca abierta como un pozo. Luego mis oídos, mi cerebro y mi boca se vuelven hacia el lugar del que proviene el sonido, las palabras que he oído, y mis ojos afinan su mirada sobre lo que estoy leyendo, si es el caso, como diciendo con extrañeza inmensa: ¡¿Qué!? A esto pueden seguir sensaciones de sudor frío, temblores, inquietud y desazón, algo así como lo que me pasa cuando veo sin querer (queriendo nunca) una escena de una película de miedo, o intensos mareos, seguidos de náuseas y espasmos estomacales, provocados sin duda por el asco que me da lo que veo, leo u oigo.   Y no se crean, son noticias que reciben tratamiento casi de normalidad. Cosa que me aterra y asquea más si cabe. Analizadas luego, f

La vida y la danza

  Llevo tiempo queriendo hacer un comentario a este magnífico libro, La vida y la danza , pero nunca encuentro tiempo suficiente para dedicarle toda la atención que merece. Lo compré nada más supe de que estaba disponible en el mercado (de su existencia sabía antes incluso de que el original estuviera acabado y hubiera encontrado editorial). El mismo día en que lo adquirí, comencé a leerlo, y en dos días llevaba leídas (más: bebidas) algo más de doscientas páginas, y me había reído, emocionado, casi llorado (que soy de lágrima fácil, lo saben hasta en Australia, pero aun así...). El género de las memorias siempre me ha atraído, sobre todo cuando la persona y su actividad profesional me resultan interesantes, cuando no apasionantes. Aparte de hacerte una idea global de la biografía y de los sentimientos de la persona, acabas conociendo un montón de curiosidades acerca del protagonista, de su profesión y de un sinfín de personajes interesantes. Incluso te ayudan a conocer detalle

Un pensamiento de Abraham Lincoln

Carissimi   Otra semana sin mucho tiempo para contar nada. Y otra semana en la que quiero hablar de periodismo. Porque en la misma semana he sido testigo de las fiestas de aniversario de dos medios de comunicación. Si eso (no el que yo acuda, sino la fiesta en sí misma) ya es de por sí todo un acontecimiento, pues estamos asistiendo a más cierres o funerales de medios que a alumbramientos o cumpleaños, más lo es que sean dos medios de información especializada religiosa. Son concretamente dos revistas: Mundo Cristiano , que cumple cincuenta años, la revista 21 , que nació como Reinado Social , que cumple ¡95! Dos redacciones jóvenes: los redactores jefes de ambas revistas son más jóvenes que yo, que no alcanzo la edad de la primera de las revistas. Dos revistas muy distintas, ambas con mucha calidad. Y ambas de fiesta en la misma semana, que me van a dejar baldado (pero feliz) con tanto evento extraordinario.    Evento extraordinario que me lleva a reflexionar hoy sobre una

Un pensamiento de Robert Louis Stevenson

Carissimi   Hablábamos el otro día varios amigos de lo loco que está el tiempo y de lo flaca que tenemos la memoria (y de lo mucho que quieren distraernos dándole tanto bombo a la meteorología en detrimento de cosas más trascendentes). Decían algunos que es inconcebible que en plena primavera, a finales de abril, pudieran darse semejantes descensos de temperatura. Y me acordaba yo de la boda de mi hermana, a finales de abril, dos semanas después de una Semana Santa casi playera. La boda era en Cantabria, y cruzamos el día antes una Castilla blanca de nieve y fría de viento polar. Más de una invitada tuvo que detenerse en la primera tienda que encontró para complementar su atuendo con un chal de doble acho de pura lana virgen o reemplazar las sandalias de tiras por unas confortables botas cerradas. Y no fue hace tantos años, lo que pasa es que no nos acrodamos. Y que hace unos pocos años, salvo que estuvieras inmerso en una circunstancia especial, nadie daba tantísima importancia