Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2012

Un pensamiento de Gandhi

Hola, corazones. Que salgan a la calle procesiones con el santo de turno sobre las andas, rodeado de bellísimas mujeres de mantilla, tacón y luto; que bailen en corrillo, alrededor del fuego purificador, los más propensos al tribalismo, los más cercanos al indigenismo o a las culturas que cultivan el apego a la tierra madre mediante el descalcismo y el melenudismo; que eleven a los cielos sus brazos y sus ojos los espíritus cuyas mentes andan siempre entre las nubes; que entonen científicos y meteorólogos explicaciones salmodiadas sobre precipitaciones y nevadas; que corran los críos por las calles desafiando al frío y al infernal tráfico cantando a todas horas a la vieja de la cueva. ¡Que llueva, por Dios! Que me duele la garganta. No es que sea esta la única razón por la que imploro la lluvia, pero es que desde que erradiqué a cañonazos antibióticos mi persistente gripocatarro, mi garganta ruge en intervalos rigurosamente exactos y sólo se aplaca con pastillas de chupar y sorbos de a

Oración del periodista

[24 de enero, san Francisco de Sales, patrón de los periodistas] Señor Jesucristo, por mediación de María, haz que seamos transmisores de la verdad, libres y defensores de la libertad, independientes e imparciales, promotores del bien común y la concordia, voceros de los valores espirituales, veraces, ecuánimes y honrados, impulsores de la paz y la justicia, portavoces de los marginados, leales a nuestra conciencia. Ayúdanos a defender la paz y la convivencia, a respetar la dignidad de las personas, a mantener nuestra integridad profesional, a rectificar nuestros errores. Líbranos de la ligereza y de la frivolidad, de la adulación al poder y del servilismo, del sensacionalismo y de la prepotencia, de los prejuicios y de la agresividad. Haz que seamos sencillos portadores de la verdad que conduce a ti, Señor Jesús. Amén.

Un pensamiento de Edward Roscoe Murrow

Hola, corazones. Pensaba yo hablar sobre la madurez, que llevo todo el mes de enero madurando. Ser un capricornio de primeros de año es lo que tiene, que de regalo de reyes anticipado te caen unas cuantas felicitaciones y muchos parabienes; y a esto se suma que también fue enero el mes en el que firmé con la empresa que me hace vivir los votos (dos al menos: obediencia contractual y pobreza salarial, de la castidad mejor no hablamos...), y que este año he alcanzado la mayoría de edad (18) y, como dice una amiga, ya puedo corregir textos «para adultos». Pero hete aquí que las ideas preconcebidas pueden trocar cuando, por ejemplo, te plantean una interesante cuestión sobre la dificultad. Véase: «La dificultad es una excusa que la historia nunca acepta» (Edward Roscoe Murrow). Confieso que yo a este señorín no le conocía de nada, pero, casualidades de la vida, resulta que se trata de un comentarista y reportero estadounidense, esto es, de un periodista, y como yo también lo soy y en este

Sorpresa de mousse de chocolate, crema de queso y chantilly de fresas

Hace una eternidad que no cuelgo una receta en el blog, pero creo que esta merece la pena. Se me ocurrió hacerlo como postre para la cena de Nochevieja y gustó mucho. Lo que lamento es no haberle hecho una foto. Las cantidades no están perfectamente ajustadas, pero tal como se indican permiten preparar unos ocho cuencos hasta agotar el chocolate, y el chantilly de fresas restante también está buenísimo solo. Ingredientes Para la crema de queso: 1 bote de 500 gr de queso fresco natural «Vrai» o similar; azúcar al gusto (depende de lo dulce que se quiera la crema resultante; dos o tres cucharadas soperas bastan). Para la mousse de chocolate: 6 barritas (150 gramos) de chocolate negro Nestlé postres; 75 gr de mantequilla; 2 huevos; 1 brik pequeño (200 ml) de nata para montar. Para el chantilly de fresas: 750 gr de fresas; 2 claras batidas a punto de nieve; 1 brik pequeño (200 ml) de nata para montar; azúcar al gusto; 1 chorrito de leche. Para la presentación: coco rallado, ralladura d

Un pensamiento de Amado Nervo

Hola, corazones. No tenía hoy muy claro qué contar, o qué omitir, ya que mis amadísimos virus (la población invadida debe a veces fingir amor a sus invasores opresores para desviar su atención y que la Resistencia pueda trabajar con mayor margen de libertad) no sólo han ocupado mi sistema de grifería superior (¿cómo es posible que quepa tal cantidad de elementos viscosos en una nariz de tamaño medio o a lo sumo medio-grande?, ¿cuántos kilos de de papel en forma de clínex puede llegar a consumir un griposo estándar?), mis instalaciones de sonido (mis cuerdas vocales parecen de guitarra heavy metal y mi emisión de voz ha modificado en varios tonos, a la baja, su atiplado estado natural) y mi sistema de ventilación, sino también ha embotado mi cerebro y lo ha dejado hecho unos zorros, justo ahora que había terminado de lavarlo, plancharlo y dejarlo todo estiradito y lisito, tan mono. Así y todo, he rescatado del olvido, mejor dicho, del fondo del cajón de la memoria, del último rincón del

Un pensamiento de Gustavo Adolfo Bécquer

Hola, corazones. ¡Ay, qué emoción! Que me han dicho que hay un paquete con mi nombre en la casa familiar. Allá que me voy rápido, que no me entretengo más y salgo p’allá pitando. ¡Ay, qué emoción! Bueno, un minutillo rápido para la frase-cita, y ya, ¿eh? «El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo» (Gustavo Adolfo Bécquer). Y qué envidia, envidia de la sana, se entiende, incluso de la santa, que también la hay, sentimos cuando vemos que otro, con imaginación, ha sacado un mundo de la nada. O ha sido capaz de ver una boa tragona dentro de un sombrero. O es capaz de domesticar a un zorro para que sea su amigo y de cuidar una rosa para convertirla en «su» rosa. Ciertamente, don Gusdolfo , qué razón tiene usted en lo que dice. El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo. O de la caja de la wii un coche de carreras; o de la cinta plástica que mantenía inmóvil a la bratz dentro de su caja una bonita pulsera; o... Trato de imaginar qué será l