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Mostrando entradas de abril, 2011

Un pensamiento de Eleanor Roosevelt

Hola, corazones. Ayer por la mañana, al pasar junto a la boca de metrosauna por la que antes de pasarme al autobús salía sudoroso y asfixiado todas las madrugadas, un joven repartidor de propaganda me asaltó ofreciéndome uno de los folletos que a duras penas sostenía en sus manos. Como soy de natural miedoso y timorato, y las hazañas sólo se me ocurren a toro pasado, simplemente miré el logotipo abajofirmante del folleto y le di amablemente las gracias al repartidor, rechazando su ofrecimiento. Reconozco que en mi fuero interno me hubieran dado ganas de decirle que no recojo publicidad comercial, ni siquiera la publicidad comercial que proviene de los sindicatos. Sé que con esto me puedo ganar muchos contraadeptos, pero no estoy dispuesto a jugarles el juego cuando ellos lo único que han hecho conmigo es jugármela. Que le pregunten, si no, al enlace que hizo lo indecible (aliteración en zeta) para evitar mi candidatura independiente como representante de los trabajadores de mi empresa.

El amigo del desierto

Un libro sobre el silencio y la contemplación. Un regalo para los buscadores del absoluto. Estas palabras están tomadas de la contraportada del libro en cuestión, El amigo del desierto , de Pablo D'Ors . No suelo hacer demasiado caso de las contraportadas (las escribo), pero en esta ocasión, y una vez leído y degustado el libro, volver a la contraportada y encontrarse con una afirmación como esta da gusto. Se trata sí, de un libro sobre el silencio y la contemplación, algo tan poco usual que como mínimo sorprende. Y se trata de un regalo para los buscadores del absoluto. No me voy a tirar el pisto: no me considero un buscador del absoluto, del Absoluto con mayúsculas, pero hay alguien en el mundo que sí ha debido de considerarlo: me regalaron el libro. Y en cualquier caso, nunca he rechazado el Absoluto, al Absoluto, me declaro abierto a él, (a Él). No así a los absolutos, ni a los absolutistas, ni a los absolutillos, que también los hay. Pero me estoy yendo, esto iba sobre el libr

Recordatorio pascual

Hola, corazones. Una selección de pensamientos tomados de la Agenda San Pablo 2011 para ocupar nuestra mente en estos días de asueto, si es que es el asueto el que os ocupa, y no la compañía de las musas Cecilias y de la turgente Eulalia (Lali Turgia, para los amigos). «Todos los efectos que producen la comida y bebida materiales en nuestro cuerpo, es decir, el sustento, el crecimiento, la reparación y el deleite, los produce la Eucaristía en la vida espiritual» (santo Tomás de Aquino). «Poned los ojos en el Crucificado y haráseos todo poco» (santa Teresa de Jesús). «La vida es un constante proceso, una continua transformación en el tiempo, un nacer, morir y renacer» (Hermann Keyserling). «La esperanza de la Pascua consiste en afirmar que nuestra vida presnte tiene una prolongación en el más allá y que en ese más allá Dios nos hace vivir de su misma vida, que la vida de Dios es nuestra vida» (Gustavo Gutiérrez). Feliz Pascua a todos.

Un pensamiento de Honoré de Balzac

Hola, corazones. Estoy un poco embotado por el calor, y ando estornudando a ratos, no sé si por alguna alergia indeterminada que flota en el aire, por la acumulación de polvo librero en la biblioteca en la que desarrollo mi actividad durante una hora al día, o por un principio de catarro que suelo agarrar a finales de agosto y que me dura, Dios mediante, más o menos hasta el Carmen (la fiesta). Así que no sé ni lo que me digo, ni lo que pienso, ni cómo me hallo. Hace tiempo que dije que me iba a dedicar a reseñar o comentar los libros que leo. Pero no es que no haya leído nada, es que me he vuelto muy perezoso. Tenía previsto haber preparado un comentario al último libro que he leído, un ensayo titulado ¿Qué es el hombre?, de Mark Twain , pero no me siento con ganas. Será la astenia primaveral, o que he tardado demasiado en leerlo, debido a su densidad, por un lado, y a la recomendación de que en tiempo de ocio se desarrollen tareas diferentes de la que ocupa nuestro tiempo laboral (y

Un pensamiento de Erich Fromm

Hola, corazones. Se acerca la Semana Santa y cada uno comienza a hacer sus planes según sus preferencias, disponibilidades, capacidades y posibilidades. ¡Hay tantas formas de disfrutar de estos días! Para unos son relajación y descanso, para otros son viaje y aventura, para otros rutina y más trabajo (o ¡por fin trabajo!, que también puede ser, con los tiempos que corren…), para otros tiempo de actividad solidaria y voluntaria… Para mí, lo confieso, son días agotadores en los que no me detengo casi un minuto pero que no cambiaría por nada del mundo. La rutina de los acontecimientos, el conocimiento casi memorístico de textos, melodías y tiempos, no pueden con mi voluntad ni minan mi sensibilidad. Vivo intensamente, a mi manera (¿se puede vivir algo de otra manera que no sea a la manera propia?) pero intensamente, todo lo que ocurre a mi alrededor en este tiempo privilegiado de Dios. Y no me estoy refiriendo sólo al hecho de que sea Semana Santa, no al hecho de la pasión, muerte y resu

Un pensamiento de Fray Antonio de Guevara

Hola, corazones. Como vivo en un barrio que resulta de enorme atractivo para los artistas independientes de creatividad fumada, todos los días veo pintadas nuevas, ya sea en las puertas de los edificios, en las fachadas, en los cierres metálicos de los locales, o incluso en algunos vehículos (furgonetas y camiones, de momento no se han atrevido con los Toyotas y los BeEmeDobleUves). Suelen ser garabatos, realizados con un aerosol de acrílico, o con un vulgar rotulador de punta gordota, que únicamente representan y significan la firma del insigne y genial autor. Las veo y pienso enseguida en lo felices que deben de sentirse (debemos de sentirnos) los vecinos, propietarios e inquilinos, de las viviendas que con tanto esmero se dignan en decorarnos gratuitamente y sin consultarnos estos sublimes artistas callejeros. Pienso también en que seguramente los esforzados progenitores de estos creativos y alternativos artistas han realizado un enorme esfuerzo educativo y económico para conseguir,