Ir al contenido principal

Un pensamiento de Sócrates

Buenos días, queridos amigos.

Los transportes públicos andan empeñados en fastidiarme la vida (si conserveras-metro-sauna de Madrid me constriñe o me detiene en medio un túnel, la eemeté me hace esperar meses para coger un autobús o, como anoche, pasa de largo ante la parada en la que me encuentro, como si no existiera). Nonostante, yo no estoy dispuesto a amargarme, que hoy es juernes (habéis leído bien: empieza siendo jueves, pero, al menos en Madrid capital, ¡termina como un viernes!) y he encontrado una hermosa frase sobre la amistad que me hace ver mejor a mis amigos y me reconforta al hacerme pensar que mis amigos también me ven mejor a mí. Veamos:

«El amigo ha de ser como el dinero, que antes de necesitarlo, se sabe el valor que tiene» (Sócrates).

Bueno, bueno, bueno. Así que somos como el dinero, ¿hein? Todo el mundo quiere tener más, todo el mundo quiere disfrutarlo, todo el mundo espera que nunca le falte. Tener amigos es un anhelo más que justificado, disfrutar de y con los amigos es algo loable, esperar que los amigos, o un amigo, nunca te falten es una noble esperanza.

La amistad, vista así, puede ser como el dinero: se tiene, se quiere tener, se necesita, se usa…
Pero la amistad, como el dinero, también se comparte, también se da… y también se gasta, se acaba, fluctúa, al menos.

Ojo con pensar que la amistad se tiene si no se da, si no se intercambia, si no se mueve. Ojo con pensar que la amistad es un bien eterno, permanente, ¡error!, nada hay más efímero que el dinero o la amistad (bueno, puede que haya algo más efímero, pero ahora no cuenta, jo, que si no me cargo la reflexión). Ojo con pensar que la amistad es inamovible, pues no es así, la amistad fluye, cambia, evoluciona, como cambia, evoluciona y fluye la vida, el corazón, el ánimo de las personas.

Sobre todo, ojo con pensar que la amistad es cuantificable. Afirmar que se es más amigo que, mejor amigo que, se puede convertir en un algo peligroso, se puede volver contra uno mismo.

Dicho todo esto, vuelvo a dar la razón a Sócrates: mis amigos valen más que mi dinero, pero eso yo ya lo sabía desde que los conocí. Por eso son amigos míos (bueno, por eso y sobre todo porque son muy generosos y me han ofrecido su amistad).

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un pensamiento de Mario Vargas Llosa

Hola, corazones. Me gusta la gente que cuando recibe la noticia de que se le ha concedido un premio, muestra su alegría, su sorpresa y su satisfacción por partes iguales, sin ese extraño temor a que te critiquen, sin ese esnobismo de intelectual progre o simplemente rarito que ha motivado que muchos otros hayan aceptado el premio profiriendo previamente alguna grosera boutade . Olé, pues, por Mario Vargas Llosa , que exulta. Con los Nobel me suele ocurrir, además, que mis vírgenes oídos en el vasto territorio de la literatura mundial jamás hayan oído pronunciar el nombre del ganador (Hertas, Jelineks, Koetzees o como se llamen han sido para mí absolutamente ajenos), o que, incluso habiendo leído alguna excelente obra del premiado, su persona me caiga redonda, gorda o rematadamente mal (si digo sus nombres, alguno me crucificará, pero si son excelentes La colmena o La balsa de piedra , por ejemplo, no lo son tanto los gases de cuerpo y mente que en ocasiones sus autores han desprendido...

Si amas a Dios, de Amado Nervo

Este es uno de los más hermosos poemas en prosa de Amado Nervo; pertenece a su obra Plenitud. Si amas a Dios, en ninguna parte has de sentirte extranjero, porque Él estará en todas las regiones, en lo mas dulce de todos los paisajes, en el limite indeciso de todos lo horizontes. Si amas a Dios, en ninguna parte estarás triste, porque, a pesar de la diaria tragedia Él llena de jubilo el Universo. Si amas a Dios, no tendrás miedo de nada ni de nadie, porque nada puedes perder y todas las fuerzas del cosmos, serían impotentes para quitarte tu heredad. Si amas a Dios, ya tienes alta ocupación para todos los instantes, porque no habrá acto que no ejecutes en su nombre, ni el mas humilde ni el mas elevado. Si amas a Dios, ya no querrás investigar los enigmas, porque lo llevas a Él, que es la clave y resolución de todos. Si amas a Dios, ya no podrás establecer con angustia una diferencia entre la vida y la muerte, porque en Él estás y Él permanece incólume a través de todos los cambios.

Un pensamiento de José Luis Martín Descalzo

Hoy recurro a la Agenda de San Pablo (¿quién hará algo tan bueno?) para recomendaros un alegre pensamiento. Porque la alegría, pienso yo, es uno de los elementos imprescindibles en la vida de las personas, uno de esos elementos que puede pero no tiene por qué depender de nada, o de casi nada, externo a la propia persona, a no ser que sean otras personas, humanas, divinas o incluso caninas, que de todo hay. Y es que hoy estoy contento, porque sin darme cuenta anoche seguí las recomendaciones del pensamiento o frase-cita que sigue, en un estimulantísimo encuentro con mi familia. Ved, sin más, la reflexión de hoy: «La alegría no es algo que se consiga de una vez para siempre; hay que reconquistarla constantemente» (José Luis Martín Descalzo). José Luis Martín Descalzo fue (es: hay gente que siempre permanece) de esas personas que todo lo hicieron intensamente y todo lo hicieron bien. Sacerdote «pero» culto, como dicen ciertas malas lenguas, vivió fielmente su compromiso sacerdotal, su com...