Uno de los sonetos que más me ha impresionado, por su originalidad y su plenitud de significado, es el famoso soneto monosilábico de José Hierro:
Dí
fe
de
mí
y
sé
qué
fui.
No
sé
hoy
lo
que
soy.
He intentado muchas veces escribir también algún poema monosilábico, con sentido. Y he aquí los resultados, pobres en comparación con la grandeza de Hierro:
De
mí,
la
hiel;
de
ti,
la
miel.
En
ti,
prez;
en
mí,
hez.
Yo
te
soy
fiel,
no
te
doy
hiel.
Es
la
faz
de
la
paz.
Dí
fe
de
mí
y
sé
qué
fui.
No
sé
hoy
lo
que
soy.
He intentado muchas veces escribir también algún poema monosilábico, con sentido. Y he aquí los resultados, pobres en comparación con la grandeza de Hierro:
De
mí,
la
hiel;
de
ti,
la
miel.
En
ti,
prez;
en
mí,
hez.
Yo
te
soy
fiel,
no
te
doy
hiel.
Es
la
faz
de
la
paz.
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