Después de un tiempo sin aparecer, sin dar señales de vida a través, al menos, de estos «pensamientos», voy a intentar regresar poco a poco a lo cotidiano, al «pan nuestro de cada día». Un pan que en los últimos tiempos ha sido algo amargo, duro, seco, no como el habitual. Pero ha sido pan. Y como tal debo aceptarlo, y agradecerlo. Al fin y al cabo, si me han visitado el miedo, el dolor, la incertidumbre, el llanto, la soledad, la enfermedad, la oscuridad, los nervios, la duda, la rebeldía y la negación, también es cierto que se han acercado a mí, en la misma medida, la fe, la paz, la esperanza, la alegría, la fraternidad, la amistad, el amor, la ternura, la paciencia. Y no menos cierto que he experimentado sensaciones nuevas, y he descubierto en mí reacciones que no conocía y que debo analizar para fomentar, pulir o rechazar, según sea el caso. He descubierto también lo fácil que es entrar de repente en contradicción interna, en conflicto con uno mismo porque la ética y el coraz...
Nacido para ofercer un Pensamiento para cada semana, con un comentario personal, diferente, quizá original, no renuncio a que vuelva a su ser. De momento, será una colección de textos y vuelcos personales de todo tipo.