Que cuidemos cada día nuestro pequeño planeta, separando los baobabs de las rosas. Que seamos para los demás no la rosa vanidosa, sino el zorro domesticado. Que aprendamos cada día a ver lo esencial, que es invisible a los ojos. Que conservemos siempre vivo nuestro Principito interior.
Nacido para ofercer un Pensamiento para cada semana, con un comentario personal, diferente, quizá original, no renuncio a que vuelva a su ser. De momento, será una colección de textos y vuelcos personales de todo tipo.