Ir al contenido principal

Un pensamiento de santa Maravillas de Jesús

¡Hola, corazones!

Me gusta el saludo, creo que lo voy a adoptar como propio. Aunque no, no me voy a dejar melena rubia (¡¿justo ahora, que me acabo de cortar el pelo!?) ni me voy a dedicar a contar semana tras semana lo que le ha pasado a los famosos, ni siquiera a «mis famosos particulares», que no tienen por qué ser conocidos fuera de mi entorno y del suyo, pero cuyas son especialmente interesantes, al menos para mí y para ellos. En fin.

Estamos en Adviento, y pensaba comenzar a introducir frase-citas sobre la esperanza para acabar lanzando un mensaje de plenitud y felicidad para desearos unas Fiestas de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo especialmente intensas y fructíferas. Pero el envío de Proverbia.net no me ha ayudado mucho, ya que complica mucho la cosa con un pensamiento de Napoleón I sobre la virtud y el vicio. Así que he recurrido a la Agenda San Pablo 2009 y he caído en la cuenta de que hoy, 11 de diciembre, víspera de la Virgen de Guadalupe, es santa Maravillas de Jesús. Y como tenía pensamientos de ella, seleccioné uno para este día. He aquí, pues, un pensamiento de santa Maravillas de Jesús:

«Cuando se reconocen con humildad las culpas y faltas que podamos tener, se borra todo» (santa Mª Maravillas de Jesús).

Unos amigos míos tuvieron hace ya mucho tiempo la feliz idea de ironizar con la palabra “se”, dándole categoría de nombre de persona, de persona concreta. Cuando en un grupo o una reunión que está preparando un evento complicado, por ejemplo, alguien comienza a decir: “Pues es fácil, se hace esto, se hace esto otro, se coloca esto allí, se quita eso de allá, etc.”, es el momento de llevar a cabo esa personalización: “Pues es fácil: Se hace esto, Se hace esto otro, Se coloca esto allí, Se quita eso de allá…” y los demás miramos cómo Se lo hace todo.

Viene esto por el “se” del final de la frase de la santa: “se borra todo”. El único Se que lo borra todo, o que lo «lava todo», según poema humorístico-religioso de Lorenzo Gomis, es Dios nuestro Señor. Los demás “Ses” sólo podemos olvidarlo, o a lo sumo intentar olvidarlo, nada más. Lo que sí es cierto es que si la primera parte de la frase se cumple, la segunda también, al menos delante de Dios nuestro Señor.

Ahora bien, el problema está en las veces que “Se” reconoce con humildad las culpas y faltas que tiene. Imaginemos que “Se” soy yo: ¿De verdad que “Se” (yo) reconoce(zco) mis culpas y faltas, y encima con humildad? Hum, difícil. Primero porque eso de andar por ahí reconociendo culpas y faltas no está nada bien visto ni se lleva mucho, que digamos. Máxime si son las culpas y faltas de uno mismo, y no las del otro o la otra (igual da). Ahí quizá sí: las culpas y faltas de otro son fáciles de reconocer, señalar, recalcar, destacar… Pero las propias, ¡ah, las propias! Eso es harina de otro costal y tóner de otra impresora... Y encima nos dice la santa que “Se” tiene que reconocer sus propias faltas y culpas (o culpas y faltas) con humildad. Humildad, ¿qué será eso? ¡Pero si “Se” (yo) es (soy) muy humilde! (:-) [:-O {:-> (podría seguir con las caritas ladeadas, pero ya me entendéis).

Así pues, esta frase de la santa es una quimera: primero, “Se” tiene que reconocer sus culpas y faltas, cosa harto difícil, y hacerlo además con humildad, como quien no quiere la cosa. Y luego, sólo si “Se” ha hecho esto, el otro “Se”, el “Se” superior, y también el Ser Superior, es decir, Dios nuestro Señor, lo borra todo. Yo confío y espero en la infinita bondad y misericordia de Dios nuestro Señor, y creo que lo borrará todo aunque este “Se” que soy yo no logre reconocer con humildad, de la que carezco, mis culpas y faltas. Pero quizá intentarlo sea suficiente…

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un pensamiento de Arthur Schopenhauer

Buenos días, queridos amigos. La semana ha sido intensa, amén de tensa. La crispación ha estado rondándome a diario, mañana, tarde y, sobre todo, noche en forma de contracturas, carencia de relajación muscular (¿pero, de verdad tengo músculos?, no sabía) y dificultad de conciliar el sueño. Factores varios han hecho posible tal convergencia de calamidades sobre mi cuello. El menos importante, quizá, es el que va a dar pie a la reflexión de hoy, debido a que ha sido recurrente hasta alcanzar un elevado grado de pesor. Me explico: veo poco la televisión, pero cuando lo hago, aunque no quiera, aparece cierto personaje femenino, con cara de arenque ahumado pasado de fecha y un carácter que nunca ha conocido virtud alguna, lanzando burdeces por su orificio bucal. Y mi pregunta siempre ha sido: ¿qué tiene esta tipa para salir a todas horas, todos los días, en todos los programas y revistas de zafiedad (antes sociedad)? Una respuesta podría ser «dinero y desvergüenza», y quizá esa sea la respu

Si amas a Dios, de Amado Nervo

Este es uno de los más hermosos poemas en prosa de Amado Nervo; pertenece a su obra Plenitud. Si amas a Dios, en ninguna parte has de sentirte extranjero, porque Él estará en todas las regiones, en lo mas dulce de todos los paisajes, en el limite indeciso de todos lo horizontes. Si amas a Dios, en ninguna parte estarás triste, porque, a pesar de la diaria tragedia Él llena de jubilo el Universo. Si amas a Dios, no tendrás miedo de nada ni de nadie, porque nada puedes perder y todas las fuerzas del cosmos, serían impotentes para quitarte tu heredad. Si amas a Dios, ya tienes alta ocupación para todos los instantes, porque no habrá acto que no ejecutes en su nombre, ni el mas humilde ni el mas elevado. Si amas a Dios, ya no querrás investigar los enigmas, porque lo llevas a Él, que es la clave y resolución de todos. Si amas a Dios, ya no podrás establecer con angustia una diferencia entre la vida y la muerte, porque en Él estás y Él permanece incólume a través de todos los cambios.

Un pensamiento de Aristóteles

Buenos días, queridos amigos. No tengo hoy demasiadas ganas de pensar, espero que sepáis perdonarme. Así que me he enganchado al envío diario de Proverbia.net y he agarrado la primera frase que he visto, que responde a la categoría de «sueños» (un día hablaremos de cómo en Proverbia.net clasifican las frases según temas y categorías de una forma que a veces me resulta aleatoria: «Dios te lo pague», un suponer, lo clasificarían en «Dios», lógicamente, pero tampoco sería nada raro que apareciera en «paga», «sueldo», o «retribución»). Y aunque la frase-cita no habla más que de un tipo de sueños, y yo estoy ahora más cerca de las pesadillas o del insomnio que del onírico placer o de la eternidad de la ensoñación, he apuntado la frase, a ver qué sacamos de ella. «Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo» (Aristóteles). Ya digo que no tengo muchas ganas de pensar. Y para quien no desea p