Ir al contenido principal

Más sobre Adopción, de María Ángeles Fernández

El martes 20 de enero por la tarde se celebró la presentación del libro Adopción. Al encuentro de la vida, de la periodista María Ángeles Fernández, que dirige y presenta el programa Últimas Preguntas. Del libro ya he hablado en otro post, y también se puede ampliar información en el post que aparece en el blog de SP en RD (ver mi lista de blogs favoritos). De María Ángeles sólo puedo decir cosas buenas: mujer, periodista, guapa, inteligente, amable, cuando hablas con ella siempre esperas que no lleguen nunca esas últimas preguntas que anuncian el final del encuentro/conversación.

La presentación fue en el Instituto de México en España, un centro cultural y social situado enfrente de las Cortes, en la Carrera de San Jerónimo, que acoge estos días una preciosa exposición de sillas de diseñadores mexicanos; sillas que bien podrían estar en los escaparates de la conocida tienda Vitra. El entorno de la presentación fue, pues, privilegiado, utilizando una expresión algo manida pero muy certera.

María Ángeles Fernández se hizo arropar muy bien en la presentación de su libro: con ella estaban un psicólogo y profesor de psicología, Luis Fernando Vílchez; una abogada que, además de ser portavoz del Proyecto Adopción de la organización Unidos por la vida, es hija adoptada y madre adoptiva, Beatriz Beneitez; una religiosa, Hija de la Caridad, que trabaja con niños acogidos y en proceso de adopción, son Isabel Bello, y Miguel Ángel Tobías, presentador, productor y, sobre todo, buen amigo de la autora.

No es de extrañar, pues, que la presentación fuera entrañable a la vez que interesante, y que se hablara del libro, pero también de la adopción, de la defensa de la vida, de la infancia, de la paternidad y la maternidad, de la vocación y, sobre todo, del amor, mejor: del Amor.
He vuelto a tener la suerte de ser parte activa en un evento positivo, mágico, en el que, además, he tenido la satisfacción de reencontrarme con una vieja amiga: Marysia Szumlakowska. A ella, a quien siempre he conocido como «la viuda de Yepes» (Narciso) me une una amistad que procede de mis tiempos de lector en el Buen Suceso, concretamente en la misa de una, y la devoción que ambos sentimos por el sacerdote que celebraba esa misa: José Antonio Ramiro, que falleció ya hace algunos años.

Y también ha sido para mí una satisfacción escuchar de los labios de Miguel Ángel Tobías un elogio al trabajo que hacemos en mi editorial: «Hacéis cosas que llegan al corazón». Escuchar cosas así hace que uno se sienta bien y que, cansado después de un agotador e intenso día de trabajo, se duerma relajado, agradecido y con una sonrisa en la boca.


María Ángeles se ha convertido en la número uno de mis fotos con famosas

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un pensamiento de Arthur Schopenhauer

Buenos días, queridos amigos. La semana ha sido intensa, amén de tensa. La crispación ha estado rondándome a diario, mañana, tarde y, sobre todo, noche en forma de contracturas, carencia de relajación muscular (¿pero, de verdad tengo músculos?, no sabía) y dificultad de conciliar el sueño. Factores varios han hecho posible tal convergencia de calamidades sobre mi cuello. El menos importante, quizá, es el que va a dar pie a la reflexión de hoy, debido a que ha sido recurrente hasta alcanzar un elevado grado de pesor. Me explico: veo poco la televisión, pero cuando lo hago, aunque no quiera, aparece cierto personaje femenino, con cara de arenque ahumado pasado de fecha y un carácter que nunca ha conocido virtud alguna, lanzando burdeces por su orificio bucal. Y mi pregunta siempre ha sido: ¿qué tiene esta tipa para salir a todas horas, todos los días, en todos los programas y revistas de zafiedad (antes sociedad)? Una respuesta podría ser «dinero y desvergüenza», y quizá esa sea la respu

Si amas a Dios, de Amado Nervo

Este es uno de los más hermosos poemas en prosa de Amado Nervo; pertenece a su obra Plenitud. Si amas a Dios, en ninguna parte has de sentirte extranjero, porque Él estará en todas las regiones, en lo mas dulce de todos los paisajes, en el limite indeciso de todos lo horizontes. Si amas a Dios, en ninguna parte estarás triste, porque, a pesar de la diaria tragedia Él llena de jubilo el Universo. Si amas a Dios, no tendrás miedo de nada ni de nadie, porque nada puedes perder y todas las fuerzas del cosmos, serían impotentes para quitarte tu heredad. Si amas a Dios, ya tienes alta ocupación para todos los instantes, porque no habrá acto que no ejecutes en su nombre, ni el mas humilde ni el mas elevado. Si amas a Dios, ya no querrás investigar los enigmas, porque lo llevas a Él, que es la clave y resolución de todos. Si amas a Dios, ya no podrás establecer con angustia una diferencia entre la vida y la muerte, porque en Él estás y Él permanece incólume a través de todos los cambios.

Un pensamiento de Aristóteles

Buenos días, queridos amigos. No tengo hoy demasiadas ganas de pensar, espero que sepáis perdonarme. Así que me he enganchado al envío diario de Proverbia.net y he agarrado la primera frase que he visto, que responde a la categoría de «sueños» (un día hablaremos de cómo en Proverbia.net clasifican las frases según temas y categorías de una forma que a veces me resulta aleatoria: «Dios te lo pague», un suponer, lo clasificarían en «Dios», lógicamente, pero tampoco sería nada raro que apareciera en «paga», «sueldo», o «retribución»). Y aunque la frase-cita no habla más que de un tipo de sueños, y yo estoy ahora más cerca de las pesadillas o del insomnio que del onírico placer o de la eternidad de la ensoñación, he apuntado la frase, a ver qué sacamos de ella. «Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo» (Aristóteles). Ya digo que no tengo muchas ganas de pensar. Y para quien no desea p