Ir al contenido principal

Todo comenzó en Galilea

Todo comenzó en Galilea. Esto es un título, el título de un libro. Un título muy significativo. «Todo» se refiere, valga la redundancia, a todo, a todo lo de verdad importa, a todo lo que tiene significado pleno, redondo, absoluto. Se refiere a la historia, al acontecimiento, al acúmulo de hechos, personas, acciones, escritos, que han surgido desde los comienzos; esos comienzos a los que se refiere el título. Esos comienzos que tuvieron un lugar: Galilea. Porque fue allí donde comenzó todo. Porque fue allí, en los márgenes del lago de Galilea, donde un loco, un soñador, inauguró una revolución del amor.
Todo comenzó en Galilea, segun el subtítulo, es el Diario de un peregrino a Tierra Santa. Yo creo que el subtítulo se queda corto, a juzgar, sobre todo, por lo que dice su autor, mejor, por lo que dijo su autor en la presentación del libro. No lo reproduzco aquí, pues su alocución es bastante extensa (si queréis leerla, casi íntegra, podéis hacerlo en http://blogs.periodistadigital.com/sanpablo.php/2009/03/11/p222753#more222753), pero sí quiero hacerme eco de las palabras, hermosas palabras, que nos dirigió.
Paco (el autor del libro: Francisco J. Castro Miramontes) nos habló del libro sin hablarnos del libro. Nos habló de Tierra Santa sin hablar de Tierra Santa. Nos habló de las gaviotas. Paco es franciscano, y se le nota. Como Francisco, es capaz de leer la vida de los animales en clave divina, de interpretarla y de mostrarnos esa vida para que nos reflejemos en ella. Nos habló de Dios, de Jesús, de Francisco de Asís, de la vida; de la vida, que es peregrinar, es buscar, es dialogar, es luchar, es caminar, es soñar... Es buscar el alimento allí donde se encuentra, es permanecer a flote pese al embate de las olas, es elevar el vuelo cuando sobreviene el peligro, es dominar la playa cuando está vacía, es mantener el vuelo contra el viento...
Todo comenzó en Galilea es el único libro de Paco, de los editados por San Pablo, que no he leído. Pero lo haré. Si los demás libros me han gustado, este también ha de contentarme, estoy convencido de ello. Porque sus libros son mucho más que libros, porque sus palabras salen espontáneas del corazón y tienen fuerza, la fuerza de la sencillez, y enganchan con el gancho de la verdad. Con razón ayer le llamaron, hasta ruborizarle, «el Francisco de Asís del siglo XXI».

Comentarios

Entradas populares de este blog

Un pensamiento de Arthur Schopenhauer

Buenos días, queridos amigos. La semana ha sido intensa, amén de tensa. La crispación ha estado rondándome a diario, mañana, tarde y, sobre todo, noche en forma de contracturas, carencia de relajación muscular (¿pero, de verdad tengo músculos?, no sabía) y dificultad de conciliar el sueño. Factores varios han hecho posible tal convergencia de calamidades sobre mi cuello. El menos importante, quizá, es el que va a dar pie a la reflexión de hoy, debido a que ha sido recurrente hasta alcanzar un elevado grado de pesor. Me explico: veo poco la televisión, pero cuando lo hago, aunque no quiera, aparece cierto personaje femenino, con cara de arenque ahumado pasado de fecha y un carácter que nunca ha conocido virtud alguna, lanzando burdeces por su orificio bucal. Y mi pregunta siempre ha sido: ¿qué tiene esta tipa para salir a todas horas, todos los días, en todos los programas y revistas de zafiedad (antes sociedad)? Una respuesta podría ser «dinero y desvergüenza», y quizá esa sea la respu...

Si amas a Dios, de Amado Nervo

Este es uno de los más hermosos poemas en prosa de Amado Nervo; pertenece a su obra Plenitud. Si amas a Dios, en ninguna parte has de sentirte extranjero, porque Él estará en todas las regiones, en lo mas dulce de todos los paisajes, en el limite indeciso de todos lo horizontes. Si amas a Dios, en ninguna parte estarás triste, porque, a pesar de la diaria tragedia Él llena de jubilo el Universo. Si amas a Dios, no tendrás miedo de nada ni de nadie, porque nada puedes perder y todas las fuerzas del cosmos, serían impotentes para quitarte tu heredad. Si amas a Dios, ya tienes alta ocupación para todos los instantes, porque no habrá acto que no ejecutes en su nombre, ni el mas humilde ni el mas elevado. Si amas a Dios, ya no querrás investigar los enigmas, porque lo llevas a Él, que es la clave y resolución de todos. Si amas a Dios, ya no podrás establecer con angustia una diferencia entre la vida y la muerte, porque en Él estás y Él permanece incólume a través de todos los cambios.

Un pensamiento de Mario Vargas Llosa

Hola, corazones. Me gusta la gente que cuando recibe la noticia de que se le ha concedido un premio, muestra su alegría, su sorpresa y su satisfacción por partes iguales, sin ese extraño temor a que te critiquen, sin ese esnobismo de intelectual progre o simplemente rarito que ha motivado que muchos otros hayan aceptado el premio profiriendo previamente alguna grosera boutade . Olé, pues, por Mario Vargas Llosa , que exulta. Con los Nobel me suele ocurrir, además, que mis vírgenes oídos en el vasto territorio de la literatura mundial jamás hayan oído pronunciar el nombre del ganador (Hertas, Jelineks, Koetzees o como se llamen han sido para mí absolutamente ajenos), o que, incluso habiendo leído alguna excelente obra del premiado, su persona me caiga redonda, gorda o rematadamente mal (si digo sus nombres, alguno me crucificará, pero si son excelentes La colmena o La balsa de piedra , por ejemplo, no lo son tanto los gases de cuerpo y mente que en ocasiones sus autores han desprendido...